Yo sabÃa leer, pero con la Revolución se me ha olvidado. En los camposantos se adquieren buenos camaradas. En la pertinaz llovizna de diciembre charlan agudamente los muertos. El resto del año atisban desde sus derruidas fosas a los nuevos huéspedes. Algo poltrones, es verdad. Rara vez abandona sus lechos que han ablandado la humedad y los conejos. Consagrémosles un minuto de silencio,...